Antes de empezar un psicoterapia se lleva a cabo un proceso previo de valoración. Se realiza una primera visita donde los padres exponen el motivo de consulta. Según convenga y depende de la edad del niño, los padres acuden con o sin él. En esta primera entrevista se recoge también datos de anamnesis clínica que nos aporta información de cómo el infante ha ido evolucionando, las relaciones interpersonales, las dinámicas familiares, situaciones traumáticas, características de personalidad, miedos, etc.

También se valora los síntomas que presenta y cómo interfieren en la evolución adecuada de la persona.

Después se realizan varias visitas de exploración psicológicas. Estas se pueden hacer con el niño o acompañado dependiendo de la edad. En este proceso diagnóstico se realizan test de personalidad, entrevistas verbales, juegos o dibujos.

Tota esta información ayuda a poder establecer una orientación diagnóstica que va más allá de los síntomas. Después se realiza un entrevista de devolución con los padres donde se explica esta primera impresión diagnóstica y la información que se ha podido obtener de su funcionamiento en diferentes áreas (emocionales, relacional y social). A la vez, se informa de si es necesario iniciar una psicoterapia, o otro tipo de abordaje, y si es así, se establece qué frecuencia seria adecuada.

La psicoterapia de orientación dinámica trata de aproximarse al infante con empatía y creando un espacio seguro y confidencial, con el objetivo de ayudarlo a comprender que está expresando a través del síntoma y estimular y facilitar la comunicación a través de la palabra, el juego i el dibujo. Por ejemplo, puede ser que un síntoma como la inquietud motriz pueda estar encubriendo un sufrimiento por celos, o dificultades por aceptar una situación nueva familiar.

La psicoterapia psicoanalítica tambié es adecuada para niños que manifestan dificultades en la evolución de las funciones psíquicas (TEA, TDAH, retrasos evolutivos,...) y para niños con dificultades importantes de regulación emocional (trastornos de conducta, ansiedad, rabietas,..). A través del juego se ayuda a estimular la capacidad simbólica y la capacidad de identificar y reflexionar sobre sus propios estados afectivos e imaginar la perspectiva mental de los demás. La mejora de estas capacidades ayuda a regular mejor las emociones.

Durante la psicoterapia también se realizan entrevistas periódicas con los padres donde pueden expresar els seus inquietudes y malestar sobre el proceso de mejora y donde se les invita a reflexionar juntos más allá de los síntomas per entender que dificultades emocionales presenta su hijo.